jueves, 5 de noviembre de 2009

EL GRITO DE INDEPENDENCIA


Ya habiendo visto que la revolución del pueblo había sido traicionada por los altos criollos, llegaba el turno para que estos hiciesen su propia revolución. El momento no podía ser más propicio ya que después que la península ibérica se encontraba invadida por Napoleón, la fuerza militar en América menguaba, los soldados regios querían defender a la madre patria, todos estaban a la expectativa y más de uno deseaba pescar en rio revuelto.
Fernando VII estaba encarcelado en Bayona por órdenes de Napoleón, pero el pueblo español estaba resuelto a seguir siendo fiel al rey católico. Se arma entonces en España una serie de reuniones para hacer cónsules que hicieran jurar a las provincias de América su respaldo al rey, entre ellos estaba un hombre regidor de Quito Llamado Antonio Villavicencio quien fue enviado a los virreinatos de la Nueva Granada y Guayaquil para dicho fin. Al llegar estos a América por Caracas, se encuentran a Nariño preso en Cartagena por orden del Alto estado español en la Nueva Granada y con las noticias del ambiente de tensión al interior del país, algunos criollos pertenecientes a los comisionados de España como Villavicencio simpatizaron con el movimiento y se hicieron parte de él (acción que les costaría la cabeza), esperaban vislumbrar un final a favor de una América independiente sueño que se hace real durante poco tiempo donde el fue gobernador y presidente.
Todo empieza con la organización de un homenaje a los regentes regios (que a duras penas llegaban a Cartagena), se necesitaba un motivo para hacer un mitin (y en semejante estado de alerta y tensión cualquiera podía ser perfecto), se decide entonces provocar una revuelta por parte de los hermanos Morales al pedir un florero al señor González Llorente (más conocido como Llorente), español de alta alcurnia y comerciante de Santa fe que por un motivo u otro se negó a pedir el florero, esta se vuelve en la excusa perfecta para la reyerta pero aun faltaba la leña para encender tan grande infierno, ya como estaba planeada la reyerta se necesita incitar al pueblo para que el repudio hacia el gobierno español y hacia la arrogancia y miedo del virrey al instaurar un cabildo y decidir sobre la situación española.
Estalla entonces la revuelta y el pueblo aun dolido por la masacre a los comuneros y avivados por los grandes próceres como Francisco José de Caldas y José Acevedo y Gómez entre otros, grita arengas contra el gobierno español y contra todo español.

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